EL HEROÍSMO EMPRESARIAL Y FOMENTO ESTATAL EN EL SISTEMA DEL SIGLO XIX
El Heroísmo empresarial y fomento estatal en el sistema del siglo XIX. Colombiano.
Desarrollo y fracaso de la ferreria la pradera, una de las empresas fabriles mas notables que se establecieron a finales del siglo XIX en el centro de colombia. Incorporo en el periodo 1881-1893 algunos avances tecnologicos los cuales fueron significativos de la primera revolucion Industrial y a portaria insumos basicos para adelantos en materia ferroviaria e Industrial que parecia muy dificil en las condiciones de la época.
Introdujo varios cambios en la organizacion del estado y la sociedad, como la explicacion de una politica de fomento y estimulo a nuestra industria, al mismo tiempo se manifestaba en varias ciudades cierto dinamismo en el establecimiento de pequeñas fabricas sin ningun apoyo oficial, empresas de bienes de consumo tuvieron un lento crecimiento y llegaron a prosperar.
Este capitulo nos orienta a definir el nivel de aproximacion de la empresa, respecto a la racionalidad del capitalismo y el avance que se llego a tener en los procedimientos de organizacion y manejo.
Se caracteriza al empresario principal, defininendo su origen familiar y social los valores que tenia y sus actividades politicas y asi explica su actuacion en la empresa Industrial, su condicion de prestigioso y connotado exponente del grupo social dominante y nociones de progreso del espacio social economico en que actuo, en especial el manejo de la ferreteria.
Tambien se abordan temas como las oportunidades y dificultades del mercado de bienes , el manejo a los contratos de apoyo del Estado y la relación entre Patrimonio y capital Industrial.
Las ferrerías colombianas en el contexto latinoamericano
Se registraron éxitos como la primera laminación de hierro en Tula (Jalisco) en
1858 o la conversión de arrabio a acero y el uso de tren de laminación en la ferrería El Salto (México) entre 1875 y 1908, los primeros años del siglo xx, con plantas como La Cantábrica en Argentina, fundada por españoles, y en México con la Compañía Fundidora del Fierro y el acero de Nuevo Monterrey s. a.,que poseía hornos de coque, convertidores Simens-Martín y alto horno con capacidad de 350 toneladas por día.
Conclusión
En términos generales se puede decir que la experiencia de La Pradera significó
un esfuerzo fallido por acometer el modelo clásico de industrialización basado en el
hierro como insumo esencial. Como empresa no pasó de ser una unidad de gestión
esencialmente precapitalista, que en lo tecnológico no logró aproximarse al nivel de
establecimiento siderúrgico. Aunque la ferrería incorporó algunos avances técnicos,
no desarrolló unos buenos medios de organización y administración que representaran
una notable aproximación a los valores capitalistas y aplicación de sus procedimientos
en la empresa y el trabajo. Representa un desarrollo trunco en el cual el país
vio débiles destellos de la revolución industrial y tuvo contacto, más o menos un siglo
después de su surgimiento en Europa, con algunos de sus elementos: hierro, carbón,
máquina de vapor, etc.; su alta chimenea fue un símbolo de poder y nuestra aproximación
al gigantismo industrial de las primera etapas del capitalismo.
Después de más de 20 años de trabajo al frente de la ferrería de la Pradera, las propiedades en inmuebles y bienes raíces de los empresarios había disminuido apreciablemente;aunque la ferrería incorporó importantes elementos tecnológicos y aumentó la capacidad de su proceso productivo, nunca logró una situación estable y un continuo y rentable funcionamiento. Si bien estuvieron ausentes las ganancias y no maduró
un tipo de gestión capitalista, no faltaron las recompensas simbólicas y estímulos
honoríficos con los que la sociedad premió el “esfuerzo infatigable” de quienes consideró
héroes del trabajo. Esto incidió muy probablemente en el tipo de manejo y la
continuidad que el General Barriga, su principal orientador, dio a la empresa, distinto
del que se hubiera esperado de quien actuara orientado predominantemente por
consideraciones de lucro.
En las circunstancias de la época, con los múltiples obstáculos al desarrollo industrial,
la emulación local de avances como la producción de hierro o la elaboración de
rieles requería una buena dosis de idealismo técnico y recompensas sociales. Más de
25 años de esfuerzos y expectativas por una empresa carente de rentabilidad, y sólo
favorecida por algunos logros técnicos, son la expresión de una iniciativa industrial
en la que fue muy débil el desarrollo de diferentes aspectos de la racionalidad capitalista,
como por ejemplo, el sentido de previsión, cálculo y plan en el manejo; el uso
de instrumentos de formalización como documentos de asociación, contratos, etc.;
el uso de procedimientos contables para una efectiva cuantificación de todos los recursos
y su comprensión como capital fijo, así como la diferenciación entre capital
industrial y patrimonio.
La Pradera había iniciado su período más significativo con la Regeneración, contando
con respaldo estatal por hacer parte de una política de fomento que tenía como
objetivos estratégicos y altamente apreciados la producción local de hierro para sus
tentar un desarrollo ferroviario e industrial. Al cabo de algunos años de esfuerzo quedó
demostrada la imposibilidad de cumplir con ese cometido, y su balance económico
al extinguirse definitivamente resulta muy negativo. El seguimiento notarial de los
negocios de la ferrería desde su compra y de las propiedades de los empresarios hasta
el proceso sucesorio muestra que no sólo no generó utilidades, sino que consumió
progresivamente la fortuna personal de los propietarios. Las preguntas más obvias en
este caso son: ¿por qué Julio Barriga, el principal empresario, se había empeñado
durante un período tan largo en este esfuerzo?, y ¿por qué el Estado había mantenido
su confianza, esperado tanto tiempo y facilitado de diversos modos la continuidad
del contrato?
En medio de las dificultades y la falta de resultados, la voluntad de persistir en los
empresarios y en los exponentes del fomento industrial de Estado se sostenía, en buena
medida, por las expectativas del entorno, pero también por algunos logros técnicos
estimulantes que se habían tenido, como la elaboración del primer riel en el país, la
construcción de una máquina de vapor y un considerable equipamiento que incluía
el mayor alto horno de la época en Colombia.
Respecto al uso de tecnología, se puede considerar que el empresario demostró
espíritu innovador introduciendo avances que, aunque retrasados respecto al escenario
mundial, en el medio nacional pudieron rendir buenos resultados. Lamentablemente,
la concepción del negocio y los procedimientos de gestión empleados no
estuvieron a la altura de los avances técnicos realizados y por ello Julio Barriga, a pesar
de ser innovador, fracasó como empresario.
La continuidad de La Pradera también podría deberse a que en las etapas más
adversas, cuando era difícil vender las empresas, tal vez resultara más factible esperar
estoicamente que viniera uno de los períodos de calma y prosperidad de los negocios
o que surtieran efecto las innovaciones y mejoras internas que se hacían. Si bien los
obstáculos al desarrollo de las empresas eran notables, debe considerarse que en esta
misma época y lugar otras fábricas avanzaron y lograron el éxito.
Sin embargo, tomando en cuenta el entorno social y cultural de exaltación emotiva
en que se había desarrollado la empresa, el carácter del prestigio personal y sentido
heroico del trabajo que caracterizaba al propietario, se puede afirmar que en alguna
medida se mantuvo la empresa, a pesar de la nula rentabilidad, para corresponder a
los reclamos y las exigencias de una imagen un tanto épica y un sentido patriótico
del trabajo industrial que se había elaborado y manifestado con anterioridad. En este
caso contaron los fines económicos, pero también un trasfondo social en que se
intercambian acciones admirables y persistencia de parte del empresario y expectativas,
recompensas simbólicas y reconocimiento por parte de un público entusiasta.
Tomado de: Empresas y empresarios en
la historia de Colombia.
Siglos XÏX-XX.
Una colección de estudios
recientes
la historia de Colombia.
Siglos XÏX-XX.
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